Un informe de la Contraloría, del último 13 de julio, señala que Fabiola Vergara Rodríguez, directora de la Biblioteca Nacional, habría beneficiado a la empresa española ODILO TID SL con un contrato de 100 000 dólares. Según el documento, ODILO recibió, a través de correos electrónicos, información privilegiada sobre un proceso de selección en el que estaba participando.
Esta historia comienza el 26 de mayo del 2020, cuando la Dirección de Acceso y Promoción de la Información, entonces a cargo de Fabiola Vergara, formuló una solicitud en la que se pedía específicamente la contratación de la empresa ODILO TID SL SUCURSAL CHILE. El concepto era para que preste servicios de “gestión de usuarios y servicios bibliotecarios”.
Según la Contraloría, este requerimiento transgredió la Ley de Contrataciones del Estado al hacer “referencia a una fabricación o procedencia determinada” y, de esa forma, beneficiar directamente a la empresa española con sucursal en Chile. Para sacar esa conclusión la Contraloría accedió a una serie de correos electrónicos que demuestran el favorecimiento.
Estos tienen como fecha el 18, 22 y 26 de junio del 2020, mientras el proceso de selección estaba en curso. Los protagonistas de estos correos son, además de Vergara, Alan García Mantilla, del Equipo de Trabajo de Logística y Control Patrimonial de la Biblioteca Nacional, y Florencia García, representante de ODILO Sucursal Chile.
En estas comunicaciones, según indica la Contraloría, se coordinaron correcciones a la propuesta de la compañía española, dando así “un trato preferente a la empresa ODILO”. Aquí la transcripción de una de las conversaciones, que tuvo lugar entre el 18 y 26 de junio del 2020, detectadas por la Contraloría:
-Florencia García: Estimado Alan (…) podría usted indicarme qué punto del TDR no se ha especificado en nuestra oferta? ello para avanzar rápidamente y hacer el ajuste correspondiente.
-Alan García Mantilla: (…) la Sra. Florencia me indica qué punto del TDR no se ha especificado en su oferta En ese sentido, solicito indicar cuales son los puntos que se deberán aclarar y/o indicar en la oferta de la empresa ODILO.”
-Fabiola Vergara: “Los puntos del TDR resaltados en amarillo son los que he podido verificar en su propuesta, por lo que faltaría especificar también los demás.
-Florencia García: Estimado Alan: Junto con saludarlo, envío información solicitada para la elaboración del contrato entre Odilo y la Bnp.
El 26 de junio del 2020, día del último correo de la conversación, la oficina a cargo de Fabiola Vergara certificó que ODILO contemplaba todos los requerimientos solicitados. Lo que vino después fue que ODILO ganó la buena pro de USD 100 000, y firmó contrato con la Biblioteca Nacional el 17 de julio.
La suerte de la empresa española no terminó ahí. La Contraloría también alertó que la Biblioteca Nacional ha estado omitiendo el cobro de diez penalidades a ODILO por retrasos injustificados en los entregables. En todos los casos, la dirección de Fabiola Vergara, a pesar de ser notificada en cada ocasión de la existencia de dichos retrasos, autorizó el desembolso de los pagos mensuales.
Fabiola Vergara, bibliotecóloga de profesión, fue jefa de la Dirección de Acceso y Promoción de la Información cuando la Biblioteca Nacional estaba a cargo del escritor Ezio Neyra. El 18 de noviembre de 2021, durante la gestión de Gisela Ortiz como ministra de Cultura, Vergara asumió la jefatura de la Biblioteca Nacional.
ODILO TID SL es una empresa internacional domiciliada en España y tiene sedes en Estados Unidos, Inglaterra, Colombia y Chile. Ha realizado trabajos de implementación de plataformas digitales de educación en Cartagena y Guatemala, y ha brindado servicios a las bibliotecas de Chile y Holanda.
En Perú tiene como clientes a la Biblioteca Municipal de Lima, la Universidad Autónoma del Perú, el Colegio Champagnat Maristas y la propia Biblioteca Nacional, donde también se encargó del desarrollo de la Biblioteca Pública Digital en 2018, proyecto que se hizo con el auspicio de Telefónica.
En comunicación con EL FOCO, Fabiola Vergara, a través de la Oficina de Comunicaciones de la Biblioteca Nacional, negó que se trate de un caso de direccionamiento ni de trato preferente con la empresa ODILO.
“La presente contratación se realizó en el marco de las contrataciones a proveedores no domiciliados en el país, excluida de los métodos de la Ley de Contrataciones del Estado”, señala en respuesta al informe de la Contraloría.
Sobre los correos en los que participó, Vergara afirma que se actuó respetando los procedimientos y que solo resolvía la consulta de un postor. Interrogada por el cobro de penalidades a ODILO, se excusó en que los entregables retrasados “no son objeto de penalidad”, puesto que no figura en el contrato, contradiciendo los resultados de la investigación de la Contraloría.
ACTUALIZACION:
El miércoles 21, horas después de publicado el informe, EL FOCO recibió una carta del jefe de Comunicaciones de la Biblioteca Nacional, Claudio Poma. EL FOCO cumple con reproducirla íntegramente. En aras de la brevedad, solo haremos una anotación a la carta. Para Poma el informe no es de la Contraloría, sino del «Organo de Control Institucional» (OCI) de la Biblioteca Nacional. ¿Poma habrá visto el logo de la Contraloría en el informe que hemos publicado? ¿Sabrá de que los OCI responden directamente a la Contraloría y no a la institución que supervisan?