La COVID-19, que hasta la medianoche del 8 de marzo del 2021 registraba más de 47 mil personas fallecidas en el Perú, ha visibilizado la rápida reacción de las mujeres que apuestan por el trabajo organizado para resistir la adversidad.
Pensar en colectivo ha sido clave para desafiar la pobreza, combatir el hambre y la falta de acceso a educación. A este esfuerzo se suma la disposición anímica de transmitir fortaleza a las personas que aman y con las que conviven diariamente. El objetivo: que sus comunidades sobrevivan la pandemia con dignidad.
EL FOCO visitó a tres peruanas que durante el encierro no se quedaron con los brazos cruzados y reformularon sus quehaceres para que sus familias y vecinas encuentren seguridad en medio de la incertidumbre de la emergencia sanitaria.
Sus proyectos, que crecen gracias al esfuerzo y entrega de más mujeres, contagian optimismo y les dan un jalón de orejas a las autoridades, que poco saben sobre cómo funcionan los grupos humanos que ellas lideran con orgullo.