Han transcurrido dos meses desde que se cayó una de las murallas del Complejo Arqueológico de Kuelap y comienza a aparecer la pista de los millones que el Estado gastó infructuosamente en el milenario atractivo turístico. Desde marzo del 2018 hasta enero del 2021 se ha desembolsado para mantener Kuelap S/ 43 millones, según información a la que accedió EL FOCO. Además, la actual gestión del ministro Alejandro Salas, solo en abril, ha emitido órdenes de servicio por S/ 93 500 a cuenta del complejo arqueológico, que poco tienen que ver con la emergencia que requiere el sitio arqueológico preinca.
Uno de los servicios que requirió el Ministerio de Cultura fue el del ingeniero Nilsson Mori, quien firmó contrato el 19 de abril, seis días después del derrumbe, para realizar una propuesta de estudios de mecánica de suelos por S/ 24 mil soles. Cualquiera pensaría que el servicio era para evaluar el derrumbe del sitio arqueológico, pero no fue así. Se contrató a Mori para servicios de señalética, ubicación de estacionamientos e instalaciones de servicios higiénicos.
Otro caso llamativo de las prioridades que tiene el Ministerio de Cultura para gastar dinero destinado para Kuelap es la contratación de la abogada Kelly Urbano, ex gerente general del Ministerio Público cuando Pedro Chávarry ostentaba el cargo de fiscal de la Nación. Urbano firmó contrato cuatro días antes del derrumbe por servicios de asistencia técnica legal y sus honorarios costaron S/ 28 mil. De acuerdo al contrato, se pidió sus servicios para revisar documentos y participar en reuniones de coordinación.

Dos semanas después de la contratación de Urbano, el Ministerio de Cultura pidió los servicios por 36 mil soles, con dinero destinado para el Complejo de Kuelap, de la abogada Fiorela Marcellini para que brinde asesoría legal y revise documentos. La arquitecta Rosío Diaz Ruiz, con un contrato de S/ 19 mil para dar asesoría en conservación, también fue otra de las que prestó servicios, y cuyos sueldo salió de la partida destinada al milenario atractivo turístico.
EL FOCO intentó recoger un comentario del ministro de Cultura Alejandro Salas para este informe, pero, pese a comprometerse, no cumplió. Esta plataforma periodística quería preguntarle sobre las prioridades que tiene el Ministerio de Cultura para desembolsar dinero destinado para el Complejo Kuelap. Asimismo, se le iba a interrogar sobre su propuesta de crear una unidad ejecutora, con una partida de S/ 90 millones, como lo hizo saber con bombos y platillos el pasado 27 de mayo en el Consejo de Ministros Descentralizado que se hizo en la región de Amazonas.
La propuesta, según expertos con los que conversó EL FOCO, es un tema positivo porque ayudaría a reordenar el dinero que se invierte para la recuperación de sitios turísticos en la región. Otros, sin embargo, catalogan esta medida como populista dado que no arreglaría el problema de fondo: los millones que se gastan sin darle valor al Complejo Arqueológico de Kuelap.
Juan Pablo de la Puente, exviceministro de Patrimonios Cultural e Industrias, comentó a EL FOCO que el anuncio del ministro Salas no será viable si es que no se prioriza el tema de gestión. “Marcahuamanchuco tiene una Unidad Ejecutora y eso no soluciono el tema porque no se supo administrar bien los proyectos que se debieron hacer”, dice De La Puente. El exviceministro opina que primero se debe pensar en mitigar el riesgo de otro derrumbe y que luego se pueda evaluar el tema de la unidad ejecutora.

Junto al Ministerio de Cultura, la cartera de Comercio Exterior y Turismo cuenta con tres pliegos en donde se desembolsa dinero para realizar proyectos turísticos que estén dentro de sus competencias. Uno de ellos es la Comisión Especial para Coordinar y Supervigilar el Plan Turístico Cultural Perú (Plan Copesco). La razón de ser de Copesco se basa en desarrollar todo lo que es infraestructura turística, pero no repararla. Es allí donde el Ministerio de Cultura, desde la Unidad Ejecutora N° 008, se encarga de cautelar, resguardar y recuperar el patrimonio arqueológico de la nación, entre ellos Kuelap.
Es a través de Copesco que se suscribió en el 2018 un convenio entre Mincetur y Cultura para cautelar la infraestructura de la fortaleza de Kuelap. Las ordenes de servicio y los contratos, por lo tanto, salen desde el Ministerio de Cultura y se financian con dinero del Plan Copesco. Además de los 93 mil soles girados en abril, desde el 2018 la suma de gastos en Kuelap alcanza los S/ 43 millones.
“Quien tiene la competencia funcional de cautelar que esté en perfecto estado de preservación todos los recursos peruanos es Cultura, pero si no lo hace, por lo que fuera, alguien tenía que hacerlo”, comenta Javier Masías, ex director ejecutivo de Copesco.
Los problemas de gestión del Complejo Arqueológico de Kuelap vienen desde hace muchos años. En el 2016, la empresa Quetzal habían firmado, vía Plan Copesco, un servicio de investigación con el fin de conservar el acceso 1 y las estructuras adyacentes del sitio arqueológico de Kuelap. El Estado se negó a incrementar los precios del contrato cuando la empresa encontró rajaduras en los muros y lodo acumulado, por lo que la excavación sería más costosa de lo estimado. Al final Quetazal decidió retirarse y ganó la denuncia que tuvo con el Estado. El monto por el que se contrató fue de S/ 4 millones.

El asunto se repitió años después. El 2018, Copesco contrató al Consorcio Kuelap, conformado por la empresa Killa Urpí S.A.C y Killa INTI, para servicios de restauración del complejo arqueológico, por S/ 4 millones. El consorcio decidió retirarse del proyecto aduciendo que Copesco no fue claro en los términos de referencia y alcances del contrato, perjudicando los arreglos que se haría al atractivo.
Hasta la fecha, según la página de consulta amigable, el Plan Copesco ha ejecutado el 11.5% del presupuesto para la conservación de sitios turísticos. Los porcentajes de avance de los proyectos y obras que se han contratado para Kuelap también están por los suelos. De los 21 proyectos en marcha, ninguno supera el 32% de ejecución, según información del portal oficial Invierte.pe.
De acuerdo a su ex director, Javier Masías, Copesco se encuentra en un nivel de atraso escandaloso, bordeando la “incompetencia”. El actual director ejecutivo de Copesco es Alberto Pertlik, quien, según la revista Caretas, en el 2005 fue hallado culpable de falsificar documentos en el 2005 y fue denunciado por peculado doloso y falsedad genérica.